By Rafael Matos Féliz
Por el Desarrollo Sostenible
Esta obra fue una travesía consensuada por la mayoría de las organizaciones que hacen vida en la provincia y más especialmente, en el municipio de Barahona. Se comenzó a visualizar a partir del 2004 y su propuesta fue objeto de un reglamento que fue aprobado por la Sala Capitular de la Alcaldía local. En su primer pre diseño participaron la JICA de Japón, la oficina de Ordenamiento Urbano del Ayuntamiento y el CURSO-UASD.
Se
previó una Marina de Yates en el Cayo y sus alrededores, área de baños
en la zona de la llamada Casita Blanca, zona de esparcimiento en todo el
trayecto desde el Cayo hasta la Comandancia de la Marina de Guerra.
Convertir el puerto local en terminal turística y trasladar las
actividades industriales hacia otro lugar, más adecuado y seguro. Se
previó conectar el bulevar, por medio de dos avenidas laterales, una de
tránsito liviano y una Avenida de la Salud, a continuación de la Ciudad
Universitaria.
Se hicieron
todas las diligencias para que la Secretaria de Turismo se interesara
por la indicada propuesta y no fue hasta el 2008 cuando nos visitó el
Secretario Francisco Javier García. En el encuentro realizado con este
funcionario, se le explicó todo lo relacionado con el Bulevar y las
propuestas consensuadas para el desarrollo del turismo sostenible en la
provincia y región, es decir turismo de naturaleza, deportivo,
comunitario y de rutas y senderos, entre otros.
Nuestra
sorpresa fue grande cuando escuchamos al Secretario decir que él no
sabía que en Barahona se apostaba a un turismo diferente al de Sol y
Playa y al Todo Incluido. No sabemos qué cosas le habían dicho los
diferentes directores o encargados de turismo en la zona, pues admitió
que no tenía idea de qué cosas queríamos aquí. Es bueno señalar en esta
parte, que el tipo de turismo que le planteamos, derrama muchos
beneficios a las comunidades y la cadena de valor beneficia a todos,
pero que al mismo tiempo, ese tipo de turismo no necesita “engrasar” las
ruedas oxidadas de los corruptos.
Pensamos
que ahí estaba la clave de la desinformación en que se le había
mantenido al Secretario (hoy Ministro) sobre el tipo de turismo que
Barahona y la Región necesitan. Para el 2009 sostuvimos un gran
encuentro con los técnicos de Turismo del nivel central y acordamos todo
lo relacionado con el Bulevar, sus características, alcances y además
la Secretaría adicionó elementos que no habíamos consensuado, como un
teleférico.
Ya para el
2011 se le dio inicio a la construcción del Bulevar y ahí conocimos que
se había dividido en dos partes: un parque litoral y el bulevar y que
este último ahora llegaba hasta el empalme de la avenida Enriquillo con
la carretera Barahona-Paraíso. Quisimos participar como veedores de la
construcción y la compañía que se contrató (ECOCISA) nos impidió esa
labor y se hacían los chivos locos a todo tipo de planteamientos. A
pesar de eso, hicimos (la Alianza Estratégica) una evaluación técnica a
la obra y encontramos que la misma era un verdadero tollo. Hasta el
punto que muchas intervenciones se hicieron a la “brigandina”, sin
criterios técnicos, con baja calidad, a pesar del alto costo.
Entregamos
un informe al, ahora, Ministerio y a CEIZTUR sobre los hallazgos y se
nos vio como enemigos del ministerio y como unos provocadores. No
valieron razones ni realidades, la construcción siguió tal como se había
iniciado y así mismo concluyó. Los drenajes, las aguas negras, los
lineamientos de infraestructura, las imprevisiones, la baja calidad de
la obra, en fin, todo siguió tan campante como Johnny Walker, el
caminador.
La obra nunca
fue inaugurada y desde hace un tiempo se observan deterioros en todo su
trayecto, así como en las obras y áreas. Sumado a eso se observa mal uso
de algunos visitantes así como la sustracción de equipos y materiales.
Además, algo que pronto será un dolor de cabeza, es la arborización con
las palmeras. Se planteó, desde el inicio, que los cables eléctricos del
tendido, que van hacia Villa Central (incluidos los del alto voltaje)
fueran soterrados; pero eso no fue posible porque dizque se gastaban 9
millones de pesos más. Al crecer las palmeras, ¿Qué vamos a hacer?
¿Cortarlas?
Otro nuevo
dolor de cabeza. Ahora se le empalma al bulevar una “circunvalación
interna” y se dice con, “aparente orgullo y desparpajo”, que eso
aliviará el tránsito en el casco urbano porque ahora los vehículos
pesados van a pasar “todos” por el Parque Litoral y el bulevar.
¡Que vivan los beneficios y el “desarrollo” de los buscavidas de siempre!
Nos vemos en otra entrega.
Fuente: El biran NY
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