Profesor, ¿es cierto que en el país existe un área protegida llamada Cachote?

                   


Es cierto pero como Área Protegida, su nombre real es Monumento Natural Miguel Domingo Fuertes Lorens, que honra la memoria de ese sacerdote y botánico insigne de comienzos del siglo pasado.
Ambos nombres son desconocidos por el común de los dominicanos, sin embargo, se trata de un paraíso en miniatura ubicado en la parte oriental de la Sierra de Bahoruco.¿Qué tiene de particular este recinto ecológico tan singular y que sea motivo de atención?
Cachote es tan solo el nombre de una comunidad de La Ciénega de Barahona, enclavada en las primeras elevaciones del Bahoruco Oriental y al frente de montañas que se exponen desafiantes frente al Mar Caribe, para formar la muestra más singular del bosque nublado de este rincón apartado de la geografía nacional.
Su nombre resalta porque todo el que visita este ecosistema tan extraño y realmente curioso, recibe la impresión de estar envuelto en una gruta mágica, por la naturaleza envolvente de árboles gigantes cubiertos de todo tipo de expresiones botánicas que adornan su corteza, tallos y ramas.
Se trata de la expresión más auténtica del bosque muy húmedo, donde los árboles mejor desarrollados que desafían las alturas, se adornan con orquídeas, bromelias, hongos, musgos, helechos arbóreos y epífitos, quienes en medio de manchas de líquenes y enredaderas, crean un refugio muy especial para las aves, anfibios y lagartos que no son comunes o que rara vez se exponen a la vista de los transeúntes.
Cualquiera que se vea cobijado por la floresta imponente del bosque nublado, de inmediato queda prendado de recuerdos y leyendas mágicas que sin el mayor esfuerzo, le transportan a un mundo de fantasía, sin tener que volver a ser niño para descubrir una hermosa realidad que la civilización del ruido y la ciudad le han robado.
Algún día haremos conciencia de que el mundo fantasioso y contaminado en que discurrimos, no es quien posee nuestras verdaderas y reales raíces, sino, las montañas que pueden contarnos el génesis y la esencia de todo Ser humano, que aunque parezca increíble, todavía existe.
Eso es Cachote, escondido, regio e imponente; cuidado por jóvenes y personas sencillas que saben amar la naturaleza. Ojalá el Ministerio de Medio Ambiente siga resguardando esta joya de la naturaleza, para que los dominicanos siempre la tengamos a nuestro alcance.

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