Mientras repasaba el libro escrito por el ilustre historiador barahonero Matías Ramírez Suero, “Fundación de Barahona” me llamó mucho la atención el relato que este hace sobre el señor José Antonio Aquino, a quien apodaban (Toto),
personaje a quien señala como su primo, en aquel tiempo a raíz del
paso por República Dominicana del Ciclón San Zenón, el día 3 de
septiembre de 1930. Meteoro que azotó con furia el territorio nacional,
especialmente la ciudad de Santo Domingo. Esta historia refleja nuestra idiosincrasia, costumbres y valores desde nuestra fundación como pueblo en la región sur del país.
El autor cuenta que para fines del mes de agosto, específicamente el día 28, José Antonio Aquino (Toto) llegó a la capital con 325 quintales de habichuelas rojas, procedente de Barahona en el Barco “La Victoria” (era uno de los medios utilizados para llevar mercancías a la capital) que era propiedad de Quintino Ramírez en un tiempo en que había gran abundancia de esas leguminosas, por lo tanto el precio a RD$2.25 el quintal no era el más apropiado para venderlo en el comercio local. Quintino le hizo algunas sugerencias a Toto de como colocar en el mercado esa mercancía, recomendándole localizar uno de sus hermanos, el Lic. Eladio Ramírez quien era Juez de la Cámara Civil y Comercial y tenía buenas relaciones con el comercio de la capital, ya que el barco tenía que regresar con otra carga a Barahona y no podía esperar por él, al considerar que se tomaría un tiempo en venderla, por lo tanto decidió desembarcar las habichuelas en un deposito localizado en la Atarazana, cerca del Alcázar de Colón.
Al día siguiente Matiita espero a su primo todo el día y este no apareció, preguntándose este sobre que le habría pasado. Mas luego se enteró de lo ocurrido, y cuenta Matiita que a su primo Toto le gustaba mucho un trago y se fue esa noche a un sitio llamado “Barahona” en un barrio donde habían varios Cafés con mujeres “Alegres” donde se encariño con una de ellas y en su borrachera se encontró en problemas con el marido de la fémina que lo acompañaba, por lo que recibió un garrotazo que lo dejo sin sentido tirado en el piso desde donde lo llevaron al Hospital Militar que estaba en la fortaleza Ozama quedando hospitalizado, con tan buena suerte que el Ciclón San Zenón azotó mientras se encontraba en ese lugar.
Al día siguiente después de haber pasado el Ciclón, Matiita que residía en la cercanía de la fortaleza Ozama fue a visitar a un compañero de trabajo que resulto herido durante la tormenta y allí se encuentra con su primo Toto con la cabeza vendada y este le dice: “Oh primo, aquí tengo 5 días herido de un palo que me dieron…” contándole todo lo ocurrido.
Para suerte de Toto, la tormenta dejo una gran escasez de alimentos y agua potable, las vías de acceso a la capital estaban tapadas con todo tipo de basura, etc. Entre los alimentos que escaseaban no había habichuelas por ninguna parte, aprovechando la ocasión para venderlas a muy buen precio, RD$13.75 por quintal que hizo un total de RD$4,456.75 obteniendo una ganancia neta de $3,200.00, convirtiendo a Toto en un hombre rico y respetado en Barahona.
Fuente: “Libro Fundación de Barahona”, autor: Matías Ramírez Suero… pag.299 al 302
Por Frank Jiménez Fuente: El Biran NY |
El autor cuenta que para fines del mes de agosto, específicamente el día 28, José Antonio Aquino (Toto) llegó a la capital con 325 quintales de habichuelas rojas, procedente de Barahona en el Barco “La Victoria” (era uno de los medios utilizados para llevar mercancías a la capital) que era propiedad de Quintino Ramírez en un tiempo en que había gran abundancia de esas leguminosas, por lo tanto el precio a RD$2.25 el quintal no era el más apropiado para venderlo en el comercio local. Quintino le hizo algunas sugerencias a Toto de como colocar en el mercado esa mercancía, recomendándole localizar uno de sus hermanos, el Lic. Eladio Ramírez quien era Juez de la Cámara Civil y Comercial y tenía buenas relaciones con el comercio de la capital, ya que el barco tenía que regresar con otra carga a Barahona y no podía esperar por él, al considerar que se tomaría un tiempo en venderla, por lo tanto decidió desembarcar las habichuelas en un deposito localizado en la Atarazana, cerca del Alcázar de Colón.
Temprano en la mañana Toto llega a la Cámara que estaba en la calle José Reyes con Salome Ureña, encontrándose con Matiita Ramírez quien era Secretario Auxiliar en ese momento, a quien abordó de inmediato: “Oh primo, quería verlos a ti y a Eladio“!!.
Le contó lo que estaba pasando con su mercancía y le pidió ayuda para
poder venderlas. Como era de esperar Matiita trato de ayudar poniéndose
en contacto con el comercio local para ver si se podía vender a RD$3.25
y así fue que lograron venderla para entrega el próximo día.
Alegre
por la venta, Toto le pidió a Matiita que le ayudara a hacer otras
diligencias y que en la mañana siguiente llevaría las habichuelas en una
carreta al comercio comprador.Al día siguiente Matiita espero a su primo todo el día y este no apareció, preguntándose este sobre que le habría pasado. Mas luego se enteró de lo ocurrido, y cuenta Matiita que a su primo Toto le gustaba mucho un trago y se fue esa noche a un sitio llamado “Barahona” en un barrio donde habían varios Cafés con mujeres “Alegres” donde se encariño con una de ellas y en su borrachera se encontró en problemas con el marido de la fémina que lo acompañaba, por lo que recibió un garrotazo que lo dejo sin sentido tirado en el piso desde donde lo llevaron al Hospital Militar que estaba en la fortaleza Ozama quedando hospitalizado, con tan buena suerte que el Ciclón San Zenón azotó mientras se encontraba en ese lugar.
Al día siguiente después de haber pasado el Ciclón, Matiita que residía en la cercanía de la fortaleza Ozama fue a visitar a un compañero de trabajo que resulto herido durante la tormenta y allí se encuentra con su primo Toto con la cabeza vendada y este le dice: “Oh primo, aquí tengo 5 días herido de un palo que me dieron…” contándole todo lo ocurrido.
Para suerte de Toto, la tormenta dejo una gran escasez de alimentos y agua potable, las vías de acceso a la capital estaban tapadas con todo tipo de basura, etc. Entre los alimentos que escaseaban no había habichuelas por ninguna parte, aprovechando la ocasión para venderlas a muy buen precio, RD$13.75 por quintal que hizo un total de RD$4,456.75 obteniendo una ganancia neta de $3,200.00, convirtiendo a Toto en un hombre rico y respetado en Barahona.
Fuente: “Libro Fundación de Barahona”, autor: Matías Ramírez Suero… pag.299 al 302
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