![]() |
Fuente: Eldia.com
Unos 182 millones de toneladas de polvo cruzan el Océano Atlántico quedándose alojado en la atmósfera de algunos países de América y el Caribe.
Aunque al país solo llega una pequeña cantidad de polvo, ésta es suficiente para provocar que suban las temperaturas y disminuyan las lluvias considerablemente.
El calentamiento diurno extremo en el desierto más grande del mundo crea inestabilidad en la atmósfera provocando que sus partículas más finas se queden en el aire y viajen a diversos lugares del mundo.