También con las lilas de los ríos han descubierto que se pueden obtener briquetas o bloques sólidos de combustibles que pueden utilizarse como carbón vegetal.
Los tres descubrimientos abren oportunidades de negocios en la generación de energía renovable y alimentación de ganado, pero que además son una solución a problemas de contaminación que enfrenta la República Dominicana, según afirmó la directora ejecutiva del IIBI, Bernarda Castillo.
Indicó que los experimentos como parte de los estudios preliminares con las algas marinas lograron producir gas metano en abundancia y de buena calidad.
El encargado de Energía Renovable, Alejandro Tabar Gómez, resaltó que este proyecto puede ser utilizado por el sector turismo, el cual ha estado siendo afectado por las algas llamadas Sargassum Bacciferum, que cada año invaden las playas ocasionando gran pérdida en gastos en limpieza e inversiones costosas en barreras artificiales que serán de poca duración por el mismo efecto del ambiente y mareas.
Resaltó que están seguros de que con este proyecto se podría revolucionar el sector y revertir esos costos con energía renovable que muevan generadores de gran tamaño en hoteles y restaurantes de las zonas turísticas costeras donde las algas sean un problema.
Destacó que esta energía limpia con algas se ha estado generando mediante el uso de biodigestores y se ha obtenido la producción de gas metano en grandes cantidades y donde hasta el momento nadie más ha obtenido estos resultados.
Tabar Gómez destacó que los resultados preliminares mediante datos recolectados en unos 50 días de experimentos en microbiodigestores instalados en el IIBI, estas algas utilizadas sin lavar, enteras tal y como se recogieron en la playa es que producen más metano.
Castillo y Tabar Gómez explicaron estos detalles junto a Julio Mejía, encargado de Biotecnología Vegetal; Lucía Berigüete, encargada de Transferencia Tecnológica, y el enólogo chileno Mauricio Navarro Videla.
Necesitan más recursos para experimentos. El IIBI explicó que para avanzar en los experimentos en este proyecto solicitaron al Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT) unos siete millones de pesos a tres años que no fueron aprobados. Sin embargo, contar con recursos es muy importante, ya que permitirá la innovación y el desarrollo en esta área de energía renovable.
Tabar Gómez precisó que la entidad para conocer las especificaciones que necesita un biodigestor para producir X cantidad de kilovatios hora en base a metano se necesitan hacer más experimentos y para esto es necesario más recursos.
Expuso que un metro cúbico de biogás es aproximadamente una libra de gas licuado de petróleo y un galón de GLP es apropiadamente cinco metros cúbicos de biogás, pero se requiere profundizar al respecto.
Comida para animales. Tabar Gómez explicó que también con estas algas marinas se hicieron análisis para conocer sus componentes y resultó que en promedio de sus proteínas crudas son muy similares al promedio de las gramíneas dominicanas, es decir que pueden usarse para alimentar ganado.
Indicó que deben hacerse más análisis para conocer las proteínas digestibles que el animal puede asimilar y consumir. “Si estos resultados dan positivo, esto sería un impacto muy grande para el sector vacuno y puede utilizar como sustituto de las gramíneas en caso de sequías en las zonas costeras”, dijo.
Por su lado, Castillo destacó que esta noticia emociona al IIBI, pues el proyecto podrá impactar de forma importante a este sector que está siendo muy afectado por las sequías de las últimos años.
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