Por: Ing. Carlos Manuel Diloné
Fuente: familiabateyera.com

Esa Perla del Sur, que ansía hasta los tuétanos por el anhelado desarrollo integral, que la haga despegar económicamente hablando, hasta convertirla en una metrópolis propia del siglo actual.
Y es que al parecer, los barahoneros hemos creído que el desarrollo llegará de la mano del turismo, de la mano del gobierno o del Tío Sam, sin darnos cuenta, de que el verdadero desarrollo lo vamos a experimental, en la medida que contribuyamos con él, en la forma que elevemos el nivel de conciencia con que valoremos lo que tenemos. En otras palabras, el progreso llegará cuando realmente trabajemos para lograrlo, no desde la grada, sino más bien en el terreno de los hechos.